Los detalles técnicos concretos no son del todo claros, pero estos neumáticos adaptativos harían uso de sensores para detectar el estado del pavimento, actuadores piezo-cerámicos y flexibles y aleaciones inteligentes (capaces de recuperar su antigua forma al aplicar una corriente eléctrica) para modificar el dibujo de la rueda y variar su profundidad, consiguiendo de esta forma el auténtico neumático para todo el año.
Por supuesto, este tipo de neumáticos todavía están muy, muy lejos de las cadenas de producción (y cuando salieran no serían nada baratos; esa complejidad se paga), pero su equipo de desarrollo ya ha patentado la idea, y según leemos presentaron un prototipo la semana pasada durante la Feria de Hanóver. Al menos ya sabemos que no están desbarrando del todo.
[Foto: FeatheredTar, CC 2.0]
[Vía MotorAuthority]
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