Al igual que las redes sociales han cambiado la forma que tenemos de comunicarnos, dentro del campo de la movilidad, la mensajería móvil instantánea ha cambiado radicalmente el uso que hacemos de la telefonía móvil, relegando a un segundo plano el SMS y dejando, casi para lo estrictamente necesario, las llamadas de voz. El espectro de servicios de mensajería móvil es cada vez más amplio donde operan BlackBerry Messenger (para los terminales de RIM), Kik o Facebook Messenger pero, sin duda alguna, uno de los más utilizados es WhatsApp. Precisamente, WhatsApp recibió ayer una actualización en iOS que aporta algo que, seguramente, va a cambiar mucho las cosas: el cifrado de los mensajes.
¿Y por qué es tan importante el cifrado de los mensajes? Hasta ahora, los mensajes que los usuarios enviaban y recibían a través de WhatsApp iban en claro, es decir, no sufrían ningún tipo de cifrado; un detalle que quizás muchos usuarios nunca han tenido en cuenta o nunca se han planteado y que, por ejemplo, permitía que un tercero que estuviese conectado a la misma red Wi-Fi que nosotros pudiera acceder a los mensajes que circulaban por la red (y de hecho había una aplicación Android para hacerlo). Lógicamente, esta falta de seguridad hacía que WhatsApp no fuese la opción más recomendable para intercambiar información sensible o, por ejemplo, para usarla a nivel corporativo.
Si bien es cierto que son muchos los usuarios que usan WhatsApp a nivel personal y profesional, que la información pudiese capturarse, no hacía a WhatsApp como una vía idónea para intercambiar datos especialmente sensibles o comprometidos dentro de la red Wi-Fi de nuestra empresa o, mucho peor, desde una red Wi-Fi abierta (en un sitio público como un centro comercial o un evento).
Esta decisión de WhatsApp, bastante demandada por cierto, coloca al servicio en una posición más que interesante porque le ayuda a superar la barrera de entrada del mundo corporativo, ofreciendo así un servicio muy extendido en uso (es multiplataforma) y, a partir de ahora, algo más seguro; un interesante salto que permitirá que los profesionales confíen en este servicio algo más para contactar con sus clientes, coordinar a sus equipos de trabajo o intercambiar información rápidamente durante una reunión o una conferencia sin miedo a que un tercero pueda estar “al acecho” para robar información y permitiéndonos enviar información sin tener que recurrir, por ejemplo, al roaming de nuestra conexión móvil si nos encontramos de viaje.
Por increíble que pueda parecer a estas alturas, salvo los servicios de BlackBerry (que cuentan con certificaciones de seguridad que lo hacen apto para usarse en el Gobierno Federal de EE.UU.) que por defecto usan configuraciones seguras, aún hay servicios que por defecto no usan conexiones cifradas y, de hecho, en Facebook o Twitter es algo que debemos activar manualmente o servicios de correo a los que se accede vía POP o vía IMAP sin usar cifrado SSL.
La única forma de garantizar que establecemos un canal seguro de comunicación es, precisamente, usando un canal cifrado y este requisito es algo fundamental para muchos sectores empresariales (y un interesante punto de apoyo para monetizar el servicio a corto-medio plazo para WhatsApp).
via Bitelia
¿Y por qué es tan importante el cifrado de los mensajes? Hasta ahora, los mensajes que los usuarios enviaban y recibían a través de WhatsApp iban en claro, es decir, no sufrían ningún tipo de cifrado; un detalle que quizás muchos usuarios nunca han tenido en cuenta o nunca se han planteado y que, por ejemplo, permitía que un tercero que estuviese conectado a la misma red Wi-Fi que nosotros pudiera acceder a los mensajes que circulaban por la red (y de hecho había una aplicación Android para hacerlo). Lógicamente, esta falta de seguridad hacía que WhatsApp no fuese la opción más recomendable para intercambiar información sensible o, por ejemplo, para usarla a nivel corporativo.
Si bien es cierto que son muchos los usuarios que usan WhatsApp a nivel personal y profesional, que la información pudiese capturarse, no hacía a WhatsApp como una vía idónea para intercambiar datos especialmente sensibles o comprometidos dentro de la red Wi-Fi de nuestra empresa o, mucho peor, desde una red Wi-Fi abierta (en un sitio público como un centro comercial o un evento).
Esta decisión de WhatsApp, bastante demandada por cierto, coloca al servicio en una posición más que interesante porque le ayuda a superar la barrera de entrada del mundo corporativo, ofreciendo así un servicio muy extendido en uso (es multiplataforma) y, a partir de ahora, algo más seguro; un interesante salto que permitirá que los profesionales confíen en este servicio algo más para contactar con sus clientes, coordinar a sus equipos de trabajo o intercambiar información rápidamente durante una reunión o una conferencia sin miedo a que un tercero pueda estar “al acecho” para robar información y permitiéndonos enviar información sin tener que recurrir, por ejemplo, al roaming de nuestra conexión móvil si nos encontramos de viaje.
Por increíble que pueda parecer a estas alturas, salvo los servicios de BlackBerry (que cuentan con certificaciones de seguridad que lo hacen apto para usarse en el Gobierno Federal de EE.UU.) que por defecto usan configuraciones seguras, aún hay servicios que por defecto no usan conexiones cifradas y, de hecho, en Facebook o Twitter es algo que debemos activar manualmente o servicios de correo a los que se accede vía POP o vía IMAP sin usar cifrado SSL.
La única forma de garantizar que establecemos un canal seguro de comunicación es, precisamente, usando un canal cifrado y este requisito es algo fundamental para muchos sectores empresariales (y un interesante punto de apoyo para monetizar el servicio a corto-medio plazo para WhatsApp).
via Bitelia
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